La modificación del artículo 49 de la Ley 13.133 (y sus modificatorias) que permitía el uso de polarizados hasta un 30% en los vidrios laterales y traseros de los vehículos que circulan por el territorio provincial fue vetada por el Ejecutivo provincial. El 3 de diciembre pasado –una semana antes de terminar su gestión– el entonces gobernador Antonio Bonfatti firmó un decreto para vetar totalmente la iniciativa que nació del senador justicialista Ricardo Kaufmann.
Los cambios en la norma habían conseguido sanción definitiva en la Cámara de Diputados el 12 de noviembre pasado y llegó el 24 de ese mes a los despachos del Ejecutivo para ser analizada y determinar si se vetaba o se reglamentaba. Finalmente, Bonfatti vetó la norma y ahora habrá que esperar si ambas cámaras legislativas rechazan el veto o lo aceptan.
Un dato a tener en cuenta es que para rechazar el veto, tanto el Senado como Diputados necesita el voto de los dos tercios. En la Cámara alta la oposición no está tan lejos: tiene 11 bancas y necesita 13 votos. Sin embargo, con la nueva conformación de la Cámara de Diputados –donde el oficialismo ahora tiene mayoría y es presidida por el propio Bonfatti– será muy difícil que se reúnan los dos tercios necesarios para rechazar el veto.
Los defensores del proyecto que modificaba la norma argumentaron que si el veto prospera en la Legislatura habrá ciudades como Rosario –que por ordenanza permite los polarizados, y donde gobierna el socialismo– que quedarán a contramano de lo que el Ejecutivo provincial acaba de argumentar y dejaron planteada la duda de si no será necesario la elaboración de un proyecto que expresamente prohíba los polarizados.
Los argumentos
Entre los fundamentos de la decisión, Bonfatti expuso que “lo dispuesto en el proyecto de ley en trato excede el marco de competencia de la Legislatura local para proceder en dicho sentido, pues tal prerrogativa corresponde al Congreso de la Nación Argentina en razón de lo establecido en el Artículo 75 Inciso 12 de la Carta Magna” y que “en consecuencia se encuentra vedado a las provincias incursionar en dicho ámbito toda vez que esa potestad ha sido delegada”.
Luego añade: “No cabe duda que las láminas polarizadas modifican dichas condiciones de seguridad de los vehículos certificadas en fábrica por cuanto impiden la rotura deseada de los vidrios y dificultan salir del habitáculo en supuestos de emergencia, violando de ese modo la Licencia de Configuración del Modelo”.
Pero también apunta a que la autorización prevista en dicho proyecto “se contrapone con las políticas públicas” que llevó adelante la gestión provincial en materia de seguridad vial. Además no se dudó en señalar que “la utilización de láminas polarizadas no contribuye a la disminución de la inseguridad vial dado que reducen la visibilidad del conductor –máxime cuando se trata de conducción nocturna o conducción con lluvia”.
También se argumentó que según las estadísticas relevadas por el centro Experimental de Seguridad Vial (Cesvi) los autos con vidrios polarizados incrementan en un 30% las probabilidades de estar involucrados en una colisión grave”.
Por último se aclara que para tomar la decisión el Ejecutivo consultó a la Agencia Provincial de Seguridad Vial, que aconsejó el veto de el proyecto.
Debe estar conectado para enviar un comentario.